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Mi gran satisfacción es servir a la comunidad: mujer bombero

“Salgo de casa y nunca se si voy a regresar con mis hijos, me pongo en las manos de Dios”, dice Verónica Martinez la única mujer bombero de Ciudad Victoria.

Ciudad Victoria, Tamaulipas.— Desde los 18 años de edad a Verónica Martínez el espíritu de servir y ayudar a la ciudadanía la indujo a buscar una oportunidad en el departamento de bomberos municipal y hasta el momento ella tiene el honor de ser la única mujer en ejercer el peligroso oficio de ser tragahumos.

“Yo entré a PC como paramédico en la ambulancia, pero ya estando dentro del área de bomberos le pedí a mi director que me diera la oportunidad de subirme como bombero y me dijo que no”.

Tras la negativa, explica Veronica, insistió y dio de plazo a su superior de una semana para probar que tenía las ganas y voluntad para ser bombero, desde entonces se profesionalizó en el tema con capacitaciones y actualizaciones en el Colegio de Bomberos al grado de que ella tienen la certificación para enseñar a otras personas el oficio.

“Para mi es un gusto estar en este departamento como bombero, inicie muy chica y me he capacitado, hemos tenido muchos incendios de casas y hemos rescatado personas también, es un poco pesado para la mujer pero todo se puede”, dijo la mujer bombero.

Explicó que para una mujer la profesión de bombero es algo difícil pero con la ayuda de la capacitación se puede lograr y más con el compañerismo que existe en la corporación.


Señaló que por parte de sus colegas de trabajo hombres ella ha recibido todo el apoyo necesario para que pueda ejercer la labor.

Verónica Martínez, la única mujer bombero en Ciudad Victoria

“No estoy sola, detrás de mi están mis compañeros que son los que me han apoyado mucho y lo más importante para mí es que los compañeros nunca me hicieron de menos, nunca me dijeron ‘tú no piedes’, ‘ no hagas esto’”, narro en entrevista.

La adrenalina que implica atender el llamado de auxilio además del sentido de ayuda al prójimo en ocasiones la ha puesto en peligro incluso arriesgando su propia vida.

“Hace varios años hubo un incendio en el ejido Guadalupe Victoria y estaba un niño de cinco años atrapando no se encontraba ni su papá ni su mamá y yo como madre para mi fue muy desesperante, no me importó, me brinque la barda, me mordió un perro pero aún así pude rescatar a ese menor y todo salió bien”, recuerda Verónica.

Hizo un llamado a las mujeres que tiene el mismo espíritu de servir a los demás y quieran incorporarse al cuerpo de bomberos, se acerquen y no teman al que dirán.