Altamira, Tamaulipas.– Meses lleva ya ese problema, según lo refieren a TILDE los vecinos del lugar: «No tiene un mes, tiene mucho tiempo, y en paseo Real está peor», nos escribió Jéssica Cartagena, seguidora de TILDE, mientras transmitíamos un reporte desde ese lugar, en tanto que José Manuel Rosales, vecino del área, explicaba en vivo la problemática.
Él nos expuso que aún y cuando han ido ya cuadrillas de Comapa Altamira a atender la situación, nunca ha habido en realidad una solución definitiva al problema, ya que apenas pasa poco tiempo de que van y reparan la falla cuando vuelve a surgir el brote de aguas residuales, sin que exista una explicación al respecto.
Lo paradójico del asunto es que muy cerca de una de las áreas más encharcadas, por el estancamiento de agua del drenaje, existe una instalación que se suponía iba a ser un factor que controlara las múltiples descargas de aguas negras generadas por la creación del fraccionamiento, y sin embargo se trata hoy en día de un estructura obsoleta, o como se dice comúnmente: «un auténtico elefante blanco».
Así lo señala el señor Rosales, al referir que la constructora que les vendió las viviendas de ese desarrollo habitacional lo hizo poniendo entre las bondades de residir ahí, precisamente, el cárcamo contiguo, maquinaria que, nos dijo, jamás funcionó: no hubo nunca una bomba operando, y todo el sistema consistió solamente en una especie de letrina, un tanque enorme que alcanzó a captar cierta cantidad de líquido residual, y una vez lleno dejó de servir.
