Aún cuando el cobro de impuestos por parte de los gobiernos implica el financiamiento de obras y servicios públicos, hubo ayuntamientos que le «cargaban» al ciudadano, vía el «recibo» (nota mensual) del agua, el costo de la pavimentación de calles en Tampico.
Así lo ha estado recordando la presidenta municipal porteña, Magdalena Peraza Guerra, durante las jornadas de entrega de obras que se han hecho más intensas en los últimos dos meses: hasta cinco calles ha llegado a inaugurar diariamente, además de poner en funcionamiento infraestructura escolar diversa y parques públicos en diferentes rumbos de esta ciudad.
La maestra Peraza, quien concluirá su segundo mandato municipal el domingo venidero, refiere a vecinos que hubo una práctica muy común entre los gobernantes locales, incluidos mandatarios estatales, en la primera década del siglo actual, y consistió en realizar el revestimiento o encarpetado de arterias sólo con la mitad del presupuesto requerido, ya que el resto de lo erogado se pagaba con dinero recuperado a través de los cobros por concepto de agua potable y drenaje.
Magda, como la llaman sus simpatizantes, familiares y amigos cercanos, no habla sin fundamento: ella misma perteneció, antes de ser alcaldesa por primera vez, a la estructura de gobierno municipal, cuando fue regidora entre los años 2002 y 2004, y directora de Desarrollo Social de 1999 a 2001, y entre 2005 y 2007, además de que formó parte del Congreso Estatal, al que se pedía autorización para tal cobranza, del 2008 al 2010.
