Este domingo, tal pareciera de Televisa o TvAzteca, era la gran final, culminó y en horarios estelares la novelota de la política tamaulipeca que duró casi un año, sí, casi un año desde que se empezaran a escuchar y mentar cuanto nombre se nos ocurría a la mínima señal que daba cualquier fulano que quería aparecer en las boletas electorales, y que pocos lograron llegar hasta el “sí, protestó”.
Pero como cualquier novela, hasta por más chafa que sean, de esas raras y en el peor de los canales, saben vender ilusiones y amoríos irreales, el pobre se hace rico, el rico se hace pasar por pobre, etc., nomas acuérdese de Maria la del Barrio o Marimar, ¿apoco usted se creía esas historias?,¿y qué pasaba después?, de regreso a la realidad.
Pues algo así pasó en este universo tangible, donde nos duele caer en el bache de nuestras calles, unos con más y otros con menos presupuestos para montar sus actuaciones, pero al fin de cuentas, vendieron cuanta ilusión y promesas durante ese año que mantuvieron a uno todos los días a la expectativa de lo que un día se les ocurría decir a los candidatos y a los contrarios contestar con la misma ocurrencia.
Unos prometieron acabar con la corrupción, pobreza, aparecerían de la nada más empleos, abastecimiento de agua y cuánta cosa más se les ocurra, eso si, siempre y cuando se sentaran en la exclusivas sillas de la Diputación, Senaduría o los Alcaldes; pero enfoquémonos más en los Presidentes Municipales, que son los que usted o yo sentimos más de cerquitas, y a quienes podemos reclamarle en cortito, a los otros dejémoslos se aporren en la CDMX.
Todos las alcaldesas y alcaldes, reelectos y nuevos, tendrán que dejar de vender espejitos, entrarle a los trancazos para solucionar y dar respuestas a lo que los ciudadanos les aqueja, ya no tendrán a quién culpar, en campaña el villano de la novela eran los alcaldes en turno, el que mentía, el que ocultaba y se robaba dinero, el corrupto, y los ahora ganadores eran los guapos, los nobles, el buena onda, el incorruptible, humilde y cuanto adjetivo le quiera poner, ello quienes juraron y garantizaron regresar a la normalidad todo.
A partir del minuto 1 de este lunes, ya todo los problemas que sucedan en la ciudad será su responsabilidad, si el foco de su cuadra no sirve, el bache que apareció cerca de su casa o los montones de basura, serán broncas de ellos, muy seguramente intentarán algunos aguantar la lluvia de reclamos que la sociedad les haga con el escudo de “así me dejaron los que se fueron”, lo malo es que esa excusa no les durará tanto tiempo.
MC y PAN, ¿fin del amorío?
Ayer, hablando de la misma novela pero en Victoria, el melodrama que protagonizaran Movimiento Ciudadano y Acción Nacional, ese amorío que ambos se juraron, les sirvió para que llevarán al triunfo a XICONTÉNCATL GONZÁLEZ URESTI como Alcalde y a MARIO RAMOS a la Diputación Federal, ese coqueteo pareciera haber terminado o al menos un distanciamiento claro, ese fue el mensaje que se dio el lunes a medio día en la Presidencia Municipal.
¿La señal?, pues resulta que en la primerita sesión del Cabildo victorense, donde la orden del día era principalmente elegir entre una terna a quien tendrá en sus manos la lana del Municipio, los regidores emanados de MC junto con los del PRI (pero esos ni cuentan), optaron por abstenerse de emitir su voto, argumentando que no tenían en sus manos algún curriculum o algún papel que les avalara la trayectoria para ocupar el puesto.
Entre los participantes a ocupar el cargo se encontraba JOSÉ ALFREDO PEÑA RODRÍGUEZ, amiguísimo, que digo amiguísimo, casi hermano de XICO, del grupo más cerrado del Alcalde, digo que prueba más necesita, le está confiando los billetes del Ayuntamiento y que a pesar de no obtener la votación unánime, el compadre de GONZÁLEZ URESTI fue designado Tesorero, ¿será que el WERO RAMOS y XICO tengan ya algún pleito?, por qué esos regidores de MC, claramente no se mueven por sí solos…