Fue una obra de «relumbrón»: un arbotante de varilla y concreto en forma de prisma triangular que fue construido durante el trienio del exalcalde Pepe Rábago en el parque de la Laguna del Carpintero con el fin de celebrar la llegada del actual milenio.
El monumento a la demagogia, que fue presentado como un obelisco, tiene unos quince metros de altura y hoy en día luce completamente deteriorado.