Hunter Biden, el hijo del Presidente estadounidense, Joe Biden, fue acusado este jueves por fiscales federales de tres cargos relacionados con su arma de fuego comprada ilegalmente en 2018, una medida que podría llevarlo a juicio el próximo año, cuando su padre busque la reelección.
La decisión de presentar cargos penales contra el problemático hijo menor de Biden fue un paso extraordinario para el Departamento de Justicia y el fiscal principal del caso, David Weiss, a quien el Fiscal General Merrick Garland nombró fiscal especial el mes pasado.
Garland le dio a Weiss ese estatus después del colapso de último minuto de un acuerdo anterior que habría resuelto la investigación de larga duración sin que Biden cumpliera condena en prisión.
El acuerdo fracasado también habría resuelto una investigación sobre las presentaciones tardías de declaraciones de impuestos de Biden durante varios años. Los fiscales no presentaron cargos fiscales contra Biden el jueves, pero aún podrían hacerlo.
Los cargos por armas estaban relacionados con si Biden había mentido en un formulario del Gobierno federal que debía completar cuando compró una pistola en Delaware en 2018.
En respuesta a una pregunta en el formulario sobre si estaba consumiendo drogas, Hunter había dicho que no, una afirmación que los fiscales concluyeron que era inexacta.
La acusación se produce mientras los republicanos del Congreso llevan a cabo una investigación de juicio político contra el Mandatario demócrata, en gran parte por los negocios de Hunter Biden.
Los republicanos han obtenido testimonios sobre cómo Hunter utilizó la «marca Biden» para conseguir trabajo en el extranjero, pero no han presentado pruebas contundentes de que el Presidente haya actuado mal.
