Los sacerdotes jesuitas Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar, de 80 y 81 años respectivamente, fueron cruelmente asesinados dentro de la iglesia de la comunidad de Cerocahui, en el municipio de Urique en Chihuahua, cuanto intentaban defender a un hombre que venía huyendo, sus cuerpos fueron llevados por los delincuentes.
Mora Salazar tuvo un pasado que dejó huella en Tampico, pues dio clases dentro de Instituto Cultural Tampico y sus ex alumnos, maestros de ls institución así como el personal administrativo lo recuerdan como un hombre de gran corazón.
También el jesuita tuvo un gran apego por la colonia Pescadores, dedicándole gran parte de su tiempo a atender a las personas necesitadas, ofrecía misa además de realizar actividades junto a los colonos.
En cada uno de los relatos todos recordaron al padre jesuita como un hombre dedicado a las obras de misericordia, humano, sencillo, humilde y sobre todo que trasmitía paz.
La Diócesis de Tampico emitió un breve comunicado en su cuenta de Facebook lamentando el fallecimiento de ambos religiosos además de unirse al dolor que embarga a sus familias y amigos.
De igual manera la Compaña de Jesus se unió a la cadena de oración por el homicidio de los miembros de su comunidad en manos de delincuentes hasta el momento desconocidos.
«Condenamos estos hechos violentos, exigimos justicia y la recuperación de los cuerpos nuestros hermanos que fueron sustraídos del templo por personas armadas», dice parte del comunicado.
