De acuerdo a información publicada por la Agencia de noticias EFE, pese a que Nahle se retiró de la negociación que se llevó a cabo vía teleconferencia, la misma continuó entre el resto de países integrantes.
Según información de la agencia rusa Ria Nóvosti México no estaba preparado para sumarse a un acuerdo con la alianza, siendo el motivo de su retirada la divergencia en las posturas en torno al nivel base de la reducción de la producción de crudo, que según la agencia oficial TASS, era de 400 mil barriles diarios.
A este acuerdo no se sumó México, quien es representado por Rocío Nahle, secretaria de Energía. Nahle se rehusó a aceptar las condiciones de recorte, debido a diferencias sobre la base desde la cual se calcula la producción nacional actual.
En total, los países de la alianza limitarán su producción en 10 millones de barriles al día, de 43.8 millones a 33.8 millones. Esto significa que, para cada país que participa en el recorte, la producción debería disminuir 23 por ciento en esos meses.
Con este escenario, la producción de México se estaría recortando alrededor de 400 mil barriles diarios tomando como base 1.75 millones de barriles, que es la actual base.
Sin embargo, la Sener planteó que se considere una base 1.9 millones de barriles, punto el cual no ha alcanzado en los últimos dos años.
Ante esta situación, analistas del sector energético a nivel mundial, así como de la economía han cuestionado el actuar de Nahle.
La postura de Nahle va en sintonía con lo afirmado por el Presidente Andrés Manuel López Obrador en el sentido de producir más petróleo, pese a la baja en los precios producto de la guerra comercial entre Arabia Saudita y Rusia.
Analistas como Abhi Rajendran, representante de Energy Intelligence, señaló que la negativa de México era absurda.
Ell especialista criticó que el Gobierno quiera demostrar que la producción de Petróleos Mexicanos (Pemex) aumentará para las refinerías del País, cuando éstas operaron con un 40 por ciento de capacidad en 2019.
El acuerdo también implica, por ejemplo, que Irak baje su bombeo en un millón de barriles diarios, Emiratos Árabes Unidos en 700 mil y Nigeria en 420 mil.