La misa para celebrar los primeros quince años de vida de Ruby Ibarra ocurrieron en medio de un ambiente de tensión entre invitados y medios de comunicación que por poco acaban con todo el festejo.
Empujones, gritos y malestar, hicieron que la quinceañera disfrutara poco el día que le habría generado ilusión hace algunos meses, antes de que la invitación se convirtiera en un fenómeno viral al que todos los medios de comunicación quisieran acaparar para llamar la atención de su audiencia.
La proporción invitados-medios que acudió a la celebración religiosa es incómoda: por cada uno de los asistentes había tres representantes de medios de comunicación. La desproporción más la falta de infraestructura eléctrica e inalámbrica complicó aún más las cosas para quienes acudieron a la comunidad de La Joya en San Luis Potosí.
Si bien la familia Ibarra García es amable y se muestra agradecida por el interés, la animadversión detonó cuando medios impidieron a la adolescente abordar y descender de la camioneta que la llevó hasta donde el párroco Felipe Martínez oficiaría misa, un lugar distinto al que se había elegido hace algunos meses.
Crescencio Ibarra peleó con los representantes de medios de comunicación porque no permitían el paso de la adolescente al altar. Algunos de los 80 invitados de la comunidad y el propio sacerdote exigieron a los medios respetar.
Información SDP
