La gente en Marruecos durmió en las calles de Marrakech por tercera noche consecutiva, mientras que soldados y equipos de ayuda internacional en camiones y helicópteros comenzaron a desplazarse hacia las remotas localidades de montaña más afectadas por un terremoto histórico.
El desastre ha cobrado la vida de más de 2 mil 100 personas, una cifra que se espera que aumente, y las Naciones Unidas estimaron que 300 mil personas se vieron afectadas por el terremoto de magnitud 6.8 del viernes por la noche.
Entre las ofertas de ayuda de varios países, incluidos Estados Unidos y Francia, las autoridades marroquíes anunciaron que están aceptando apoyo internacional de solo cuatro países: España, Qatar, Reino Unido y los Emiratos Árabes Unidos.
Mientras algunos equipos extranjeros de búsqueda y rescate llegaron el domingo, justo cuando una réplica sacudió a los marroquíes que ya estaban de luto y conmocionados, otros equipos de ayuda listos para desplegarse se mostraron frustrados esperando que el Gobierno solicitara oficialmente asistencia.
La ayuda llegó lentamente a Amizmiz, donde parecía que faltaba una gran parte de la ciudad, compuesta por viviendas de ladrillo de arenisca de color naranja y rojo talladas en una ladera de montaña. El minarete de una mezquita se había derrumbado.
Los residentes barrían escombros de la carretera principal que conducía al pueblo, y la gente vitoreaba cuando llegaban camiones llenos de soldados. Pero suplicaban por más ayuda.
Aquellos que se quedaron sin hogar o temían por más réplicas durmieron al aire libre el sábado, en las calles de la antigua ciudad de Marrakech o bajo toldos improvisados en las localidades de las Montañas del Atlas más afectadas, como Moulay Brahim. Tanto allí como en Amizmiz, los residentes estaban más preocupados por los daños en comunidades de difícil acceso. La peor destrucción se produjo en sitios rurales que dependen de carreteras sin pavimentar que serpentean por el terreno montañoso cubierto de rocas caídas.
Estas áreas fueron sacudidas nuevamente ayer por una réplica de magnitud 3.9, según el Servicio Geológico de Estados Unidos. No estaba claro de inmediato si causó más daños o víctimas, pero probablemente fue lo suficientemente fuerte como para perturbar los nervios en áreas donde los daños han dejado edificios inestables.
En una región donde muchas personas construyen viviendas con ladrillos de barro, el terremoto del viernes derribó edificios que no eran lo suficientemente fuertes como para resistir un temblor tan poderoso, atrapando a personas entre los escombros y obligando a otras a huir aterrorizadas. Un total de 2 mil 122 personas perdieron la vida y al menos otras 2 mil 421 resultaron heridas, de las cuales mil 404 estaban en estado crítico, según informó el Ministerio del Interior.
La mayoría de los fallecidos, mil 351, se encontraban en el distrito de Al Haouz en las Montañas del Alto Atlas, indicaron autoridades.
En 2004, un terremoto de magnitud 6.4 cerca de la ciudad costera mediterránea de Al Hoceima dejó más de 600 muertos.
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Tarda en llegar la ayuda tras terremoto en Marruecos
Equipos de ayuda internacional comenzaron a desplazarse hacia las remotas localidades de montaña