MONTERREY, Nuevo León.- En la recta final de la contienda para elegir a jueces y magistrados por voto ciudadano, el candidato Omar Castro Zavaleta Bustos se declara convencido de su camino. “Tengo 20 años persiguiendo el mismo sueño”.
Actualmente busca convertirse en juez de distrito en materia administrativa por el Distrito 2 de Nuevo León, apareciendo en la boleta amarilla con el número 13.
El distrito que busca representar abarca desde el área metropolitana de Monterrey hasta el sur del estado. “Empieza desde San Nicolás, Escobedo, Apodaca, Guadalupe, una parte de Monterrey, luego está Santiago, Allende, Montemorelos, Linares, Hualahuises, también está Terán, Galeana, Iturbide, Doctor Arroyo, Rayones… o sea, todo el sur del estado y el área metropolitana de Monterrey, la parte que está pegada al Cerro de la Silla”, detalla.
Campaña entre jornadas laborales y con presupuesto propio
Castro Zavaleta Bustos, quien trabaja en el Poder Judicial y también es docente en la UANL, comparte que no solicitó licencia laboral para hacer campaña. “Estoy cumpliendo con mi jornada de trabajo de 9 a 3 de la tarde, eso quiere decir que todo el tema de campañas lo tengo que realizar de 3 de la tarde en adelante y los fines de semana”, explica.
“También se me cruzó un compromiso académico que ya tenía porque soy maestro en la UANL y no quise dejar votados a mis alumnos”, agregó.
Además de la falta de tiempo, señala que el financiamiento de la campaña ha sido un reto: “Todo esto sale de nuestro dinero, de nuestro patrimonio. Quisiera uno estar dedicado al 100% a esto, pero pues también si no recibes un sueldo, pues no hay de dónde poder completar lo otro”.
Sobre el interés ciudadano en la elección, Omar considera que la respuesta ha sido mixta, “lo siento dividido, porque por un lado hay personas que realmente no sabían de esta situación, pero también me he quedado sorprendido de que en ciertos lugares… por ejemplo, en un mercado público, es donde más interés he encontrado”.
También ha sido recibido en foros académicos y profesionales, “me recibieron en la Universidad Autónoma de Nuevo León, que agradezco muchísimo, también en el Colegio de Abogados, próximamente en el Colegio de Notarios y también en el Colegio de Derecho Fiscal y Correduría Pública”.
Vocación y convicción
Omar Castro afirma que su vocación por la judicatura viene desde joven. “Siempre quise ser juez y magistrado… desde el día uno yo estaba claro de lo que quería. Lo que me enamoró de esto fue ver a mi padre, que fue juez y después magistrado. Veía cómo estudiaba los asuntos, la dedicación que le ponía”.
La llegada de la reforma que cambió el proceso para elegir jueces —ahora mediante voto ciudadano— no lo desanimó. “A mucha gente se le frustró el sueño, mucha gente tuvo coraje, pero yo no. Yo sabía lo que quería. Entonces, yo dije: ‘Mi sueño no ha cambiado ni mis convicciones; lo que ha cambiado es la forma en la que voy a llegar’”.
Finalmente, sobre la equidad del proceso electoral, reflexiona: “Fíjate que eso es un tema de percepción. Yo te diría que sí hay piso parejo, por lo menos en lo que corresponde al nivel en el que yo estoy, jueces y magistrados. Mas la percepción pudiera ser diferente. Veo que hay personas que están teniendo una mayor exposición mediática que otros”.